domingo, diciembre 21, 2008

La negra tiene tumba'o

Aunque no quise el regreso siempre se vuelve al primer amor.

Negra, ya se me habían olvidado las grandes luchas que tuve contigo, las palabras que fueron y volvieron ambientadas con los juegos de tenis, alguna salida 'pachanguera', los celos, los mimos, los reclamos sin fundamento, el felipe aventurero, la negra indomable, un tercero, una vida en problemas. Una cama revuelta, las películas interrumpidas, las que nos quedamos dormidos, las veces que hicimos nuestra propia película, un accidente de moto, las flores regadas por la estación del metro, los malos poemas, los buenos cuentos.

Imagínate que hace poco me cruce con el tipo que nos contó el cuento de "Dios mio, dios mi porqué me has abandonado", y con el cubano, y con el payaso, y con el mago que siempre me desaparecía la plata... Fíjate vos y yo aquí, Medellín atrás...

Que todavía te veo con tu camiseta de lana amarilla, era bastante fea como para no recordarlo, o el día que nos peleamos feísimo y estabas muerta de la rabia y te caiste en un pantano de la universidad. Si quiera éramos amigos porque de otras formas nunca me hubieras vuelto a hablar.

Y ahora que hago el recuento caigo en la cuenta de que tú eras demasiado pendeja y yo demasiado güevón. Y será por eso que nos entendimos en los mejores momentos... qué putada, ya pasó, ya no importa.

Mi medallo

Mi regalo de navidad

Si viste navidad que tenías un regalo para mí. Que no me olvidaste para esta ocasión y que la Esperanza no se desvanece. Qué noche, algo así era todo lo que necesitaba, un rato para estar tranquilo, para gozarme esta vida y la otra. Te lo agradezco, que regalazo.

Y todo fue esperar. Llegó el día cuando menos lo pensaba, después de pasar miles de malos ratos, de miles de kilómetros recorridos, del sudor en la frente por el mucho trabajo, después de la espalda dolorida por falta de un rato de esparcimiento.

Sonó el teléfono (y no era el Gran Combo). Después de una mala comunicación pude entender con quien hablaba y la invitación a salir, que en otras ocasiones se vio frustrada por mis compromisos, se pudo dar esta ocasión. Y mi Paulis, has de perdonarme que aunque la invitación me la hiciste vos, yo haya estado más preocupado de otros asuntos más 'esperanzadores'. La noche fue única, de esas para no olvidar y en la que nos disfrutamos la nueva reglamentación del prohibido fumar en los bares. Fue genial, y pues ella, de verdad, gracias por ese regalo. Si te ofendí discúlpame, en cierta forma vos así lo quisiste... Vos me mandaste a los brazos de ella.

Igual, no tengo porque bajarle la cara a nadie. No he hecho algo que sea motivo de un reproche. Esa es la vida, y de pronto mis próximos días sean igual de tediosos y solos como los que he pasado de un tiempo para acá, pero la de anoche será una alegría para seguir recordando en esos momentos. Gracias Paulis, y obviamente gracias a ella. Que buen detalle.

P.D.: Mi Prince, ahora sé cómo encontrarte, solo es que salga a comer con otra mujer, o por ahí con otra persona, cualquiera sea, para que aparezcas. Igual, ya estás decapitada. Vamos por el medallo.

jueves, diciembre 11, 2008

Hasta que se llegaron las vacaciones recreativas



Bueno, solo fueron un par de horas. La escafandra por los escasos minutos de una reportería que contó con aeróbicos, veletas, niños corriendo y brincando por todos lados... Y caramba, que la vida es fácil cuando le da la puta gana.

Y ahora que he tenido dos minutos de felicidad me he dado cuenta de cuánto resentimiento se va generando en el corazón cuando duele más y más y mucho más cuando se ha querido. Pero no se corresponde... Presiente el alma que mi dolor acaba. Y causa un gran dolor y más dolor cuando te han herido, cuando te han mentido...

Había olvidado el placer de jugar con niños, de correr por el parque como si se tuvieran 14 años menos y una tonelada de prejuicios olvidados. Caramba que la vida es fácil cuando no se mira la hora para salir, cuando la creatividad se vuelve a encontrar con un pedazo de cartulina... y cuando se mira el mundo como un captricho de algunos guapos que sólo saben hacerse pis unos a otros. Y cuando las afrentas son acaso un dato de contexto que poco importa... Necesitaba muchos días como este... y que vuelva a mi el brillo de los ojos, el recreacionista perdido, el primo ideal que siempre tiene un chiste, una broma... el que no deja que se apaguen las fiestas familiares, el tipo que siempre vestía una sonrisa. Qué ha pasado mi pips??? Caramba, qué me ha pasado.

lunes, diciembre 08, 2008

Sobresaltos

Me desperté a la media noche con el sabor del vino en la boca, la música aún prendida, las luces sobre la cara y sobre mí se reincorporaron los mismos recuerdos. La mujer que amé, los vinos que no me he tomado, los poemas que nunca leí, o los que leí y recuerdo como puñaladas; la tristeza de las letras ajenas, el Barba-Jacob acechándome, preguntándome por Un Hombre.

Y yo sólo, solo con mis recuerdos al lado del pesebre como el niño Jesús que en ningún hogar esperaban. Ya ni el llanto me acude para estas ocasiones, los recuerdos, y caramba, son necesarios tres años atrás para saber lo que es una navidad feliz.

Y hace tres años la felicidad no fue genuina porque estaba plantada sobre la tristeza de la Ramírez. Solo cuatro años atrás puedo decir que fui feliz, que me cobije bajo todas las alegrías de ese día, y aunque en casa prestada, por la Ramírez ya me sentía como en la mía. Es más, mi Enana de otros tiempos, te dañé una navidad, pero te había regalado como cinco inolvidables.

Esperaba que volviera, que apareciera, que esa noche no fuera tan triste, que acaso ni Dios mismo nos pueda consolar. Y el sabor del beso que nunca le dí a la Prince, será que fue la desaventurada que se encontró conmigo, o yo el que me encontré con ella. Decapitada ya, que con los muertos no se trata. Oh, es hora de partir, comienza el conteo regresivo.

viernes, diciembre 05, 2008

Prince...

Dos como vos no se crían... y si contigo las vainas son complicadas, no me quiero imaginar con una criada a imagen y semejanza tuya.

miércoles, diciembre 03, 2008

Caramba

Prince, cómo haces eso justo cuándo te había decapitado, cuando ya no se puede volver atrás... Por poco y me matas, me has sumido en una confusión a la cual ya había renunciado. Y tú llegas y das la cara, la más valiente, frenteas el corte y dices: sí, es él. Justo cuando creía que ya todo estaba muerto y dos segundos después de que te recomendara que no dijeras mi nombre.

Pero no, todo es llevarme la contraria mi prince. Justo sales con esa perla: "oye paisa". Ahí, justo ahí, eso te pudo costar tu buena salud, ahora tendrás mucho quien te haga acordar de mí. Y si haces eso unos días antes, hasta me hubiese gustado, pero que ahoras salgas con eso, ahora cuando ya pasaba una semana desde que decidiera decapitarte. Ay mujer, porqué sos tan linda... Pero igual, no creas que echo mis pasos atrás. Ya tomé una decisión y pese a la muestra de valentía de esta noche, no volveré.

martes, diciembre 02, 2008

...

Yo por mi parte no te olvidaré. Y nos quedáremos apagados, muy apagados, la vida se nos va como la tarde... Nada más podemos decirnos, tuvimos tanto, pocas palabras quedaron, que ya no tenemos nada para contarnos.

No hay tiempo para "a lo mejor..."

lunes, diciembre 01, 2008

¿Cómo la viste Prince?

Contigo decapitada ya no sé que hacer, ni a quién escribirle. Además no sé dónde meter tu cabeza. Eso es lo malo de decapitar a las personas, y no tengo las agallas de dejar tu cabeza en cualquier parte. Por ahora le dedicaré estas letras a tu cabeza (por eso es bueno creer en Dios, uno tiene a quien echarle la culpa cuando las cosas salen mal). Y por eso ahora será bueno tener tu cabeza, porque así tendré a quien escribirle pendejadas.

Entonces debe cambiar el título también y ahora será ¿Cómo la viste cabeza de Prince? Si viste como el fútbol nos puede tener bailando en la frontera entre felicidad y amargura, interviniendo en ambos campos con pocos minutos de diferencia. Del sábado te digo que siento es pena, un partido con dos hombres menos en una cancha sintética es insostenible. Sin embargo hasta cinco minutos antes de terminar íbamos empatados a cinco goles. El nueve cinco fue un resultado demasiado injusto.

De ese día te digo que cuando todo el mundo se estaba acomodando yo ya tenía un gol en mi cuenta personal que quería haber celebrado contigo (pero completa, no solo la cabeza). Obviamente te lo dediqué a vos, pese a que ya te había decapitado.

Ese día me puse a pelear y el partido terminó en un embrollo en el que tuvimos que hacer la paz antes de continuar jugando: pero puta madre que no teníamos porqué perder. El domingo también perdimos, de nuevo con dos jugadores menos, por seis a tres y completé dos derrotas en línea, récord que no vivía hace rato.

Ese día estaba demasiado golpeado e incluso todavía siento mucho dolor en las piernas. Pero que rico este ritmo que estoy llevando. Esta vez estaba demasiado fatigado para ser protagonista y los defensas del otro equipo me aplacaron a punta de pata cuando apenas comenzaba el partido.

Pero la nota feliz la puso el medallo, el dichoso equipo al que tú le has negado los afectos, cuando me regaló uno de los mejores partidos que les he visto. Fíjate que en el primer tiempo, cuando el partido iba en contra dos goles por uno envié una nota con el marcador de Medellín ganando tres por dos. Y aunque el tiempo pasaba y pasaba el equipo terminó dándome la razón: un tres por dos que grité y se escuchó en todo el Campín.

Así es el fútbol, nos lleva y nos trae, hoy nos sonrié y dos minutos después nos niega la cara. Por ahora, cabeza de prince, niña decapitada, come chocolate que es lo único que tengo para vos.