miércoles, agosto 26, 2009

Las cosas siempre están ahí

Lástima que la visión sea tan mala, la razón tan obsesionada y la claridad tan difícil de alcanzar. Porqué será tan difícil leer las cosas cuando solitas se presentan, cuando solitas se cuentan solas. Porqué el discernimiento funciona a trancos y las inferencias como brújula inversa... Siempre quise pensar que Rodrigo no había muerto, ahora que lo veo claramente, casi como tener su cadáver en mis manos, vengo a entender todos los mensajes cifrados que una noche de 2006 no quise analizar. Ahí lo tienes, más muerto no puede estar, y con lo buen tipo que era.

"Benditos los que no han abierto los ojos, porque los que los abren nunca pueden cerrarlos". Pero no importa, la vida es demasiado bella por estos días.

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