lunes, julio 22, 2013

I. C.

Necesitaba de tu ánimo. Una centésima de razón para justificarme. Una sonrisa obligada ante las palabras francesas que pongo en tu boca imaginaria. Tal vez no sea necesaria tu presencia, pero sí crearte a mi capricho y semejanza. De vos solo necesito que existas, porque sé que es lo único que estarías dispuesta a compartirme.

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