jueves, agosto 23, 2007

El Capo capturado en Brasil

Andrés Felipe Torres

Cartagena, Colombia

- El director de la policía de Sao Paulo Abel Saadi dijo que antes de ser extraditado a Estados Unidos, alias “Chupeta” deberá rendir cuentas a la justicia brasileña.


Con la extravagancia propia de los narcotraficantes que han pasado a la historia convertidos en leyenda, Juan Carlos Ramírez Abadía, alias “Chupeta”, fue capturado ayer en horas de la mañana en Sao Paulo donde vivía hace seis meses con la identidad de Marcelo Javier Unzue.
Medellín estuvo sorprendida por las historias, ficticias o reales, que se crearon alrededor de la figura de Pablo Escobar. Los carros bombas dejaron al descubierto edificios blindados, gustos exóticos y derramamiento de sangre que eran el costo por ser el capo con mayor participación en el negocio.
Con la detención de “Chupeta” se evidenció la historia de un hombre que se realizó seis cirugías estéticas para cambiar los rasgos físicos; que es procesado por homicidio de informantes, policías, amigos y hasta familiares que en algún momento se le atravesaron; y de quien se cree tiene una fortuna de U$1.800.000.000
Grifos de oro que abrían puertas secretas, pasadizos de escape, túneles y sicarios al servicio de la seguridad de los capos, como en el caso de Escobar, de quien se decía tenía incrustado un crucifijo dorado en el pecho, sorprendieron en la década de los noventas cuando ser narcotraficante era una ocupación más que delictiva, de orgullo.
Pero esos tiempos han pasado y ahora el negocio se maneja diferente. “Chupeta”, que aparece en las primeras fotos de los archivos judiciales como un tipo joven, de rasgos delicados y bien peinado, presentaba al momento de ser capturado la apariencia de un hombre viejo, con la nariz alargada, el mentón partido y los párpados más angostos, producto de las seis cirugías que se realizó para evadir a las autoridades que lo perseguían.

Vida de telenovela
Ingresó a la vida delictiva cuando en los años 80 aceptó trabajar como chalán en las pesebreras del narcotraficante Iván Urdinola y junto con su amigo Juan Carlos Ortiz, alias “Cuchilla”, escaló los peldaños hasta hacerse cargo del cartel del Norte del Valle. Eran los años del cartel de Calí, dirigido por los hermanos Rodríguez Orejuela que se encuentran hoy sometidos a la justicia de Estados Unidos. Con la caída de esta red de tráfico, el negocio lo hereda el cartel del Norte del Valle y “Chupeta” se vuelve protagonista.
Anónimo para la justicia en Colombia, en 1996 fue dictada su primera orden de captura por testaferrato, enriquecimiento ilícito y tráfico de drogas. Se entregó acompañado de su escudero “Cuchilla” y fueron condenados a 22 años de cárcel, los cuales se redujeron a seis por los beneficios a los que se acogieron.
Salieron en 2002 y pocos meses después fue asesinado “Cuchilla” mientras que una corte de Washington emitió una orden de captura a “Chupeta”. Allí empezó de nuevo su vida clandestina.
El punto álgido de la historia se empezó a desembrollar a finales de 2006 y en enero de este año fueron descubiertas cinco caletas con 89 millones de dólares. Entre los vigías de las caletas fue detenido Laureano Rentería, quien fingía ser albañil y que resultó ser uno de los hombres más cercanos al capo.
Rentería colaboró con la investigación y fue pieza clave en el descubrimiento del paradero de “Chupeta”. En febrero, un mes después, apareció muerto en su celda de La Picota, envenenado con cianuro, mientras se tramitaba su extradición.
“Chupeta”, quien era el capo más buscado por la DEA, había evadido un cerco de la policía argentina, país en el cual tramitó el pasaporte falso con el que fue detenido en Brasil.
El operativo que dio con su captura fue coordinado por policías españoles, argentinos, uruguayos, estadounidenses y colombianos. Al ser detenido en un lujoso sector de Aldeia da Serra, municipio del área metropolitana de Sao Paulo, confesó ser Juan Carlos Ramírez, frente al asombro de los efectivos policiales por las diferencias entre la fotografía y el aspecto del detenido.
“Juan Carlos Ramírez será extraditado en las próximas horas a Estados Unidos porque, aunque tiene deudas con la justicia colombiana, el gobierno no hará la petición de extradición”, afirmo el ministro de defensa colombiano Juan Manuel Santos, por lo cual todo apuntó, al principio, a que “Chupeta” sería enviado inmediatamente a Estados Unidos. El director de la policía de Sao Paulo, Abel Saadi, dijo a la emisora la W, que “Juan Carlos Ramírez primero tendrá que responder por los crímenes cometidos aquí en Brasil y después de cumplir las penas, que estarían entre cinco y quince años, sería extraditado”.
Lo cierto es que, esta semana o dentro de quince años, “Chupeta” será extraditado a Estados Unidos, sin hacer escala en Colombia y sin posibilidad de hacer uso de esa ley que rigió entre los capos de otro tiempo: “Prefiero una tumba en Colombia que una celda en Estados Unidos”.

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