martes, septiembre 30, 2008

Ejercicio

Hola Moni, el ejercicio que me propones es muy bueno y las anécdotas son muy motivantes.

En este momento es muy difícil que yo escriba mis metas porque el impacto de la ausencia de Diana me tiene centrado en ella y cualquier cosa que me propongo siempre es pensando en volver a estar con ella.

En la parte profesional si te puedo decir que quiero ir a estudiar al exterior, tal vez Argentina o España. Tan pronto termine el trabajo de grado me dedicaré de lleno al inglés y luego buscaré opciones para hacer una maestría.

Quiero llenar mi vida de personas, de muchas personas y no volverme a encerrar en una sola que se convirtió en un respirador artificial. Con su marcha me siento asfixiado, porque nunca me procuré la compañía de otras personas ajenas a Diana.

A fin de este año quiero comprar una moto, pero porque quiero conocer los municipios aledaños a Bogotá e ir a muchas partes. El campo me hace mucha falta y todos los domingos extraño las idas a la finca con el abuelo. Me gustaría mucho encontrar un sitio a las afueras donde pueda pasar los sábados.

En mi proyecto de vida siempre ha estado tener un hijo pero para eso todavía faltan unos seis años. Quiero que llegue esa persona que se merezca todo lo que quiero ofrecer. Cuando estuve con Carolina llegó Laura y la superó; luego Natalia superó a Laura; y Diana superó, con creces, a todas ellas. Quien viene ahora la va a sacar del estadio, de eso no me cabe duda.

Y quiero que el día que ese hijo termine la universidad retirarme a vivir a una finca, así como La Escondida. Y dedicarme a ser feliz y a hacer feliz a la persona que se encuentre a mi lado. En esa época leeré y escribiré lo que por el tiempo no he podido hacer. Pero me falta mucho, el camino todavía es muy largo. Son 30 años los que me faltan para llegar allá.

Ojalá nunca me desenfoque de ese camino... Ojalá que no.

Añadido a Diana:

Cuando uno se va de una casa no tiene que romper los vidrios al salir. No sé porque ahora viene Diana a decir que no la amé, que ella me brindó todo y yo nunca reaccioné. No tienes que justificar las decisiones dañando la casa. Me fui de esta casa porque los vidrios están rotos.

Desde que te conocí te amé con todas mis ganas, busqué la forma de que fueras feliz y siempre fuiste mi norte. Planié mi vida esperando compartirla contigo. Y sé que cometí muchos errores, demasiado, miles, pero nunca faltó amor. Nunca pasó por mi cabeza dejarte. Romper nunca fue una solución para mí. Porque te amé con todas mis ganas, todas mis ilusiones son para vos.

Ahora no vengas a decir que yo nunca te quise, no me rompas los vidrios, que ya con tu decisión es suficiente.

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