miércoles, septiembre 24, 2008

Joder... qué vida

Como si ya no fuera poco sigue la mala racha. Por culpa de un ... tendré que aguantar más frío que de costumbre. Hoy perdí el sacco que me había regalado Diana de la manera más infeliz. Lo dejé en mi oficina.

Sí, ahí donde uno cree sentirse la persona más segura. Nunca creí que tengo que tenerle miedo hasta a mi propia sombra en esta ciudad. Ya quiero que pare, que no vaya más esta situación tan difícil. Ya esta bien de la soledad, del fracaso amoroso y de la tristeza de todos los días. Solo un respiro para poder vivir. Una razón que me anime a no desfallecer y a seguir luchando.

Ahora que Diana se ha ido la vida es mucho más difícil. No hablo con nadie, a nadie consuelo, nadie me dice la más mínima palabra de afecto. Que difícil, como si el resto de la vida no fuera fácil.

Pero bueno, si Diana se fue, bien por ella. Se lo merecía aunque me haya dejado la sensación de ser una persona desorientada y caprichosa. Tal vez bajo otro cielo, a ella le sonría la gloria como no me ha pasado a mí por más que lo busque y lo trabaje.

Con el pasar de los días sé que todo será más fácil. Su ausencia me está consumiendo y creo no poderlo resistir. Pero el tiempo pasa, pasa y va lacerando el recuerdo.

Y me da rabia pensar que esta ciudad me ha brindado tantas oportunidades pero no me ha hecho feliz.

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