miércoles, abril 22, 2009

Me tenés confundido

Caramba, mientras esperaba en ese primer piso me sentí de nuevo en la escuela. Con cara de niño juicioso, mis útiles desplegados por toda la mesa, una carta de amor que me niego a entregar y una manzana que guardaba con celo para tí. En tu grupo gozo de una gran fama y antes de tu arribo ya tenía algunas de tus compañeras a mi lado, con esas preguntas que me sonrojan.

Y a tu llegada me confirmaste las sospechas: "en mi grupo te aman", me decís de entrada. Y yo con la necesidad que tengo de lavar el ego me regocijo y sonrío en la mejor de mis carcajadas. Me había negado a tí y de nuevo estaba en la puerta de la universidad, esperando después de mi clase por tí. Sí, iba a entregarte el libro y a darle tranquilidad a mi alma. Te entregué el libro y me di cuenta que esa tranquilidad por ahora tendrá que esperar. Ahora sé que no te soy indiferente y que si quisiera seguir por este camino tarde que temprano llegaría a buen puerto. Pero no quiero caramba, ya lo decidí.

Y lo único que me hace falta es tu colaboración. Si fuéramos capaces de no vernos, de no buscarnos: todos felices. Hoy me di cuenta que te estoy queriendo más de lo que debiera y que tu presencia y no presencia han ganado demasiado espacio en mi vida. Ahora lamento que mi diplomado haya tomado un camino diferente al tuyo y que cuando llego al Externado apenas tú estaras saliendo de casa. Y con este horario que no ayuda para nada, con la vida social reducida a cero. Por Wendy no te preocupes, la relación se limita al trabajo que estamos haciendo. Es una persona encantadora, una buena profesional y con un trabajo envidiable. Y a Karen apoyala mucho en este difícil momento, tpu sabes que yo viví algo similar hace algunos meses y sé lo difícil que debe ser para ella. Dale un abrazo de mi parte, y nos estamos leyendo.

Un beso mi linda.

No hay comentarios.: