martes, abril 28, 2009

Me sacaste de casillas

Hummmmmmm, fíjate que cuando aprendí a jugar ajedrez algo en mi vida cambió para siempre y desde aquel entonces, por más que lo quiero, no he vuelto sobre los felices tiempos en los que hacía cada una de las cosas sin la más mínima responsabilidad, sin planear y sin prevenir lo más mínimo.

Cada vez que enfrentaba una partida la programaba en sus primeras jugadas y algunas vez llegué a tener una línea de diez jugadas estudiadas, como si fuera un gran maestro. Cada juego se parecía y creo que mi buen nivel se debía a los esquemas prácticos que aprendí con muchas horas de entrenamiento. Pero la estrategia del juego se traslado a la vida, común y silvestre, y desde ese entonces nada anda como una rueda suelta. ¡Qué problema! Sobre todo porque muchas de las cosas que a diario pasan nunca dependen de uno. Empecé por escribir un horario de rutinas, por pintar servilletas con estrategias o caminitos para llegar a algo. En el tablero de mi pieza puedes ver el horario de cada uno de mis días, a qué horas voy a levantarme, a que horas voy a la universidad, y obviamente a que horas me veo contigo...

Del viaje del viernes ya sé a que horas aterrizaré en Medellín, a qué horas estaré en Versalles y cuando me devolveré para la fiesta con aquellos compañeros que ya sabeís. Cuando te conocí a vos dibujé uno de esos caminitos para llegar a todo lo que ha pasado en estos tiempos. El caminito no terminaba a tu lado y ahí fallo la estrategia. Desde que no sé que pensar, ni puedo programar nada, ando perdido de este planeta. Ansioso, olvidadizo y cansado. Me tenés jugando en un tablero y una estrategia desconocida, ahora no soy yo quien toma las decisiones y lo has podido notar en cada uno de los despistes de la semana. Y para colmo de males, ahora sí estoy sintiendo los efectos de la pelea del sábado. Creo que tendré que dejar de jugar fútbol hasta que, o aprenda a perder o sepa manejar mis impulsos. El puño si bien no me imflamó me ha tenido sangrando desde ese día. Ni cuando me sacaron las cordales.

Déjame volver a mi estrategia, replegarme a mi cueva... Pero es que no soy capaz sólo, necesito que me ayudes, que no salgamos más ni que sigamos compartiendo ese poco tiempo que le hemos robado a nuestras ocupadas agendas diarias. Seguro que será mejor a toda esta ansiedad que siento cuando vos no estás... Piénsalo, no vamos para ningún lado...

domingo, abril 26, 2009

Feliz cumpleaños mi hermano

Hola Juan, te dejo este mensaje primero que todo para darte el mejor de los cumpleaños, felicitarte por todas las cosas que estás logrando y animarte a que nunca desfallezcas en tus propósitos.

Y aunque he sido bastante duro con vos, quiero que sepas que estoy muy orgulloso de que seas mi hermano y que me siento muy feliz de cada una de tus cosas, así muchas veces no las comparta. Siempre he querido lo mejor para vos, sobre todo al saber el potencial que tenés. Juan, vos podés lograr lo que querás, y yo quisiera poder ayudarte para que lo hicieras... así que ya sabés, cada cosa que necesites podés contar conmigo con un solo compromiso: que aprovechés mucho las oportunidades.

Ánimo y feliz cumpleaños, el viernes nos hablamos en Medellín para el regalo. Quiere unas medias blancas o unas negras? Te Quiero mi hermano...

Felipe

viernes, abril 24, 2009

Te tomaste la mitad de la copa

Viernes, 24 de abril de 2009

Lo que hiciste esta mañana no puede ser pasado por alto. Lo recordaré esta y todas la vidas que tenga. Si tú intención es que yo cambie mi decisión, créeme que con eso quebraste mi voluntad, me dejaste pendiente de un hilo para revocar esa radicalidad que tanto me ha caracterizado.

Y saber que estuve a un pelo de perderme el gran regalo. De un tiempo para acá no suelo prestarle mucha atención a mi celular e incluso la línea de tigo la olvidé en un cajón de mi escritorio. No supe de la llamada pero el destino quiso que pasara justo en frente tuyo, cuando iba acompañado de Wendy. Cuando sentí esas manos en mis ojos ya sabía quien eras... y lo confirmé al tocar el reloj, la argolla y voltiarme para ese abrazo que me cambio el semblante. Con decirte que me despertó, y que cuando ví esa sonrisa. Y ahí tan cerquita me sentí arrojado del mundo... pero pa'l cielo si es que existe. Yo nunca había sido tan feliz como hoy, y sé que de eso te diste cuenta, y se dio cuenta el señor de la tienda donde me invitaste a desayunar, y Karen cuando llegó, y todos los compañeros de tu clase cuando me vieron sentado en el sillón, y los ex profesores cuando miraban con su cara de cómplices. Esta mañana me enamoraste después de que me había negado a darte una oportunidad.

Cambiaste mi vida y sé que así sea esto lo último que vivamos, valió la pena. Esta mañana la guardaré como la mejor y cada vez que mi hermana vuelva a cumplir años la tendré presente. Y déjame decirte que no podías llegar en mejor momento. Justo dejé mi billetera en la casa cuando no tenía ni una moneda en el bolsillo y para colmo de males llevaba muchas horas sin comer. El trabajo estuvo pesado el jueves en la noche y olvidé cenar, tampoco compré algo para el final del turno. Solo quería dormir y tan pronto me desperté salí para la universidad sin plata, el pantalón arrugado y la camiseta mal puesta. Fuiste el ángel guardián. Hoy bebo a tu salud, mi bella bailarina, que te tomaste la mitad de la copa... me vas ganando el pulso.

miércoles, abril 22, 2009

Me tenés confundido

Caramba, mientras esperaba en ese primer piso me sentí de nuevo en la escuela. Con cara de niño juicioso, mis útiles desplegados por toda la mesa, una carta de amor que me niego a entregar y una manzana que guardaba con celo para tí. En tu grupo gozo de una gran fama y antes de tu arribo ya tenía algunas de tus compañeras a mi lado, con esas preguntas que me sonrojan.

Y a tu llegada me confirmaste las sospechas: "en mi grupo te aman", me decís de entrada. Y yo con la necesidad que tengo de lavar el ego me regocijo y sonrío en la mejor de mis carcajadas. Me había negado a tí y de nuevo estaba en la puerta de la universidad, esperando después de mi clase por tí. Sí, iba a entregarte el libro y a darle tranquilidad a mi alma. Te entregué el libro y me di cuenta que esa tranquilidad por ahora tendrá que esperar. Ahora sé que no te soy indiferente y que si quisiera seguir por este camino tarde que temprano llegaría a buen puerto. Pero no quiero caramba, ya lo decidí.

Y lo único que me hace falta es tu colaboración. Si fuéramos capaces de no vernos, de no buscarnos: todos felices. Hoy me di cuenta que te estoy queriendo más de lo que debiera y que tu presencia y no presencia han ganado demasiado espacio en mi vida. Ahora lamento que mi diplomado haya tomado un camino diferente al tuyo y que cuando llego al Externado apenas tú estaras saliendo de casa. Y con este horario que no ayuda para nada, con la vida social reducida a cero. Por Wendy no te preocupes, la relación se limita al trabajo que estamos haciendo. Es una persona encantadora, una buena profesional y con un trabajo envidiable. Y a Karen apoyala mucho en este difícil momento, tpu sabes que yo viví algo similar hace algunos meses y sé lo difícil que debe ser para ella. Dale un abrazo de mi parte, y nos estamos leyendo.

Un beso mi linda.

martes, abril 21, 2009

Perdón, por fa, perdón

Que pena, de verdad que se me cae la cara de la vergüenza por lo que he hecho. Pero soy una persona demasiado cobarde y no fui capaz de dar el paso final. Yo sé que debí haberte llamado y que si no fuera por la conferencia que iba a dictar no lo hubiese hecho. Se me partió el alma al saber que pocas horas después de dejarte en la estación habías tenido que ir a una clínica y que estuviste hospitalizada por casi 48 horas. Incluso me sentí culpable.

He decidido renunciar a ser feliz contigo, y aunque sé que la vida me regalaría muchas sonrisas a través tuyo, ya no hay vuelta atrás. Con el mail que me has enviado me has dejado claro que además de estar perdonado tengo un gran capital humano contigo, y te lo agradezco. Estoy viviendo un momento único y siento que mi vida ha llegado mucho más allá de lo que me esperaba. Tal vez en la parte afectiva las cosas si no estén en su mejor momento, pero yo no tengo afán.

Con vos viví las mejores horas que he tenido en esta ciudad y créeme que alcancé a soñar por lo alto. Me desanimé cuando me contaste de un error que cometiste, y que si bien me afectó fue antes de que nos cruzáramos. Te debí permitir el perdón que ahora te estoy pidiendo. Termino contándote algo que muy pocas veces comento. Cuando yo dejé el seminario, hace ya diez años y dos vidas, lo hice por una mujer. Tardé mucho tiempo en perdonarla, y aunque ahora me clama por un poco de mi cariño aún sigo sintiendo tristeza por la decisión. Yo no soy nadie para juzgar la situación de una persona que ni conozco, pero me prevengo y me repliego. Eso no es tu error, es mi prevención lo que me impide seguir soñando.

Gracias por ese lindo mensaje, y sigo creyendo con todas mis fuerzas que eres la mujer que siempre había soñado, pero que es tu obligación buscar el hombre que vos has soñado. Un tipo valiente, a quien no te le tengas que rogar como a mí.

sábado, abril 18, 2009

Adiós

Puede doler mucho y nos podemos negar pero ha llegado el momento de la despedida. Fue bonito y me alegra haberte conocido y haber compartido momentos tan hermosos durantes este par de semanas. Discúlpame mi egoismo pero no me quiero enamorar, no quiero dar un paso más en esa dirección porque no me siento capaz de estar con otra persona.

Me puedes decir cobarde o lo que quieras, pero esta vez no me quiero hacer daño. Hoy disfruté mucho el almuerzo pese a todo la pataleta de que la salsa no tenía la consistencia adecuada. Y me sentí feliz en ese momento... al terminar sabía que el letargo de la tarde me dolería por cada paso del reloj. Que la noche llegaría conmigo en una reunión de compañeros en la empresa y contigo en una rumba donde tus amigas se han procurado unos buenos pretendientes para tí. Y espero que la pases muy bien. Igual, si no te llevaran a alguien estoy seguro que allá te levantarías alguno, eres una persona que no suele pasar desapercibida.

Yo vuelvo este rincón donde me he refugiado desde un tiempo inmemorable. Ahora soy Felipe Toro Sentado y Felipe no querer hacer nada por el amor. Felipe no querer perder otra vez. Felipe ya no quiere aventuras ni palabras falsas. Felipe ya no querer volver a amar, por eso Felipe volver a sentarse en su sillón a esperar que la vida pase y la muerte llegue. Felipe no querer amor, Toro Sentado estar feliz así.

Gracias por todas y cada una de las cosas que me regalaste, y quisiera no tenerte que extrañar, niña hermosa. Un beso, el que nunca nos dimos. Cuídate...

viernes, abril 17, 2009

No os vayais

Quiero hacer todo lo posible por evitar tu ausencia. El vacío de hoy cuando salimos con el diploma en la mano y sabíamos que el lunes ya no habría clase no lo quiero volver a sentir. Todas estas maromas para que el almuerzo de mañana sea lo mejor que nos haya pasado espero sean recompensadas.

Hablar con vos me ha dado un nuevo aire y no se pudo evitar que todos los compañeros se dieran cuenta. Tú misma escuchaste los comentarios: ¡Ese paisa siempre va sonriendo! ¡Oye paisa, que sonrisota, la caro te tiene feliz!

Y aunque ahí se me cayó la cara de paisaje al ver que tu me animabas me reconforté al pensar que esta historia no tenga un final. Sí, era imposible que en el curso no se dieran cuenta de la intensa amistad que hemos traído en los últimos días: "Profe déjelos de últimos que ellos la están pasando bien".

Y ahora, cuando aún me retumban tus palabras de que mañana tendré quiz sobre tu vida y de que apuestas que no sé cocinar me sonrío al querer evitar el adiós. Es increíble cómo ese timbre de voz puede generarme tantas sensaciones, como me inyectas vida cada vez que nos hablamos. Estoy seguro que si logramos estar juntos, ahora con todas las apuestas en contra será algo de lo que nunca nos vamos a arrepentir. Ojalá halle gracia a tus ojos, que sea esa persona que quieres para tí. Igual,eres tú todo lo que yo deseo para mi vida, la mujer que esperaba.

Ojala que se allane el camino. Un beso mi príncesa.

jueves, abril 16, 2009

La confirmación del sexto sentido

Mi divina, hoy cuando te veía comer en el restaurante confirmé mis sospechas. Mi sexto sentido no me falló y al ver la pasión con la que hablabas, las pausas, las miradas, cada una de las cosas que hiciste confirmé que eras la dama en mis sueños. La persona que buscaba aunque ahora mis prevenciones me impidan lanzarme al vacío.

Cuando llegué a clase sentía una gran tristeza de saber que muy pronto cada quien tomará su destino, seguirá su camino y es posible que la suerte no quiera que nos encontremos de nuevo. Minutos después estaba, como siempre, bailando en tu aroma, sonriendo gracias a tus gestos y viviendo en el sueño de diario de las mejores tres horas. En realidad hoy fueron cuatro con la invitación a almorzar.

Ahora solo pienso en nuestra última cita escolar, la de mañana y en el almuerzo que preparemos el próximo sábado. Espero que ese día no sea una despedida sino el comienzo del verdadero sueño. Sé que el camino no es fácil y que el miedo me aborda, justo ahora, cuando estoy parado en el lugar que tanto soñé. No me quiero equivocar pero también quiero multiplicar las mejores horas que he vivido en esta ciudad. Ahora los lugares tienen un referente, un color, una anécdota que quiero recordar. Espero que estas maripositas no mueran nunca más, que el miedo, un antagonista de mi sexto sentido no vaya a dar al traste con todo esto.

Te veo en clase, y si no nos volvemos a ver, no dejes de leerme.

miércoles, abril 08, 2009

Aprender a perder...

Viejo, te toco perder y como tal debes aceptarlo. Asumir la derrota, de la misma forma como nos hemos regocijado en la victoria. Las cicatrices hablan de una historia de lucha, una vida llena de sobresaltos, encuentros y desencuentros que nos han enseñado a vivir.

Una semana difícil en la que daría lo que fuera por estar en Cartagena, la misma ciudad que alberga por estos días a la señora de mis pensamientos, a mi tia Cecilia, a Juliana (podeis creer el dúo) y a la mitad de colombianos que no tuvieron que trabajar por las festividades. Y mientras todo el mundo quiere que la semana se detenga y se alargue yo no veo la hora de que todo vuelva a la normalidad, las clases del diplomado, el trabajo en el horario normal, la expectativa en los negocios que corren por mi bolsillo. Caramba, nunca creí decir eso. Igual toca esperar y todavía es jueves... Que vaina, si la estuviera pasando bien ya sería domingo.

Cuánto me gustaría que el compañero de viaje de la Julis no fuera mi tía Ceci sino yo. Que de un momento a otro hubiese resultado el viaje y fuéramos los dos los que nos tomáramos esta semanita para los dos. O que hubiese viajado con ella, con la mujer que me trae levitando desde hace un par de semanas.

Pero por ahora solo levitar en esta oficina, sola como pocas veces...

martes, abril 07, 2009

Que me juego la vida...

Respiración entrecortada, el momento esperado. Tu ausencia y las pocas emociones de la semana. No pasa nada importante, algo que haga recordar esta noche y yo le apuesto a una sonrisa... o a una tristeza.

Los segundos marcan dolientes pasos... uno más, uno más. Un minuto y yo esperando. Qué rico que la vida se diera como un la sueña, que en este momento reciba la mejor de las noticias. Mi vida pende, nuevamente, de un hilo. Justo en un día en que todo ha salido atravezado. Ya era hora de perder una... Después de una racha de perder, vinieron algunos días de ganar, y al parecer lo normal se vuelve a imponer. El tedio, el importaculismo... cada tiro al aire cada vez más lejos, cada una de esas cosas que le dan razón a la existencia con menos frecuencia.

Esperar, como siempre esperar... Esa ha sido la constante de mi vida. Coño, que ya me la quiero jugar. Ni un minuto más de espera. Que la vida se caiga pero que yo no espere un minuto más.

lunes, abril 06, 2009

Cartas desde la ociosidad

Hola mi príncesa:

Esta noche mi empresa me ha pagado más de 150 mil pesos por hacer nada. He editado nueve fotos mientras que a diario puedo sobrepasar las cien. Junto con dos compañeros nos cocinamos unos buenos sanduches y nos hemos contado las vidas desde los cinco años hasta esta noche. He releido mi blog desde sus primeras entradas y ahora te escribo una carta desde la ociosidad y la modorra en que he quedado desde que no estás por estos lares.

Me imagino que tu noche ha sido especial, algún trago que espero me brindes desde la distancia, buena música, playa, calor... Bogotá está desolado, no hay un transeunte ni para preguntarle la hora. En la casa todos me han abandonado y en las noches me despierto sobresaltado cada vez que escucho algún ruido, así sea la caida de una hoja. Recibe mi saludo desde aquí, el mejor de todos mientras yo sigo dedicado a ver televisión y voy facturando por hacer nada. Que rico tenerte pronto por aquí mi niña querida. Se te extraña.

domingo, abril 05, 2009

Hoy fue cinco de abril

Coño, ya no sé que es peor, la tuza o el enamoramiento y esa voz retumbando en la cabeza...

sábado, abril 04, 2009

Señora de mis pensamientos

La de hoy ha sido la mejor de muchas noches. Aún recuerdo tus manitas calientes, tus sonrisas y tus brackets brillando en cada una de tus sonrisas. Aún tengo en la cara la sonrisa impresa que me nació cuando te vi llegar desde la séptima, con tus gafas de sol, el bolso negro, los jeans de universidad. El pelo negro, muy negro, desafiante de una playa en la que has de estar en pocas horas.

Te quiero decir que lo de hoy fue parte de un maquiavélico plan que he trazado en los últimos dias... Qué hoy cumpliste tu cita con un proceso que empecé a tejer desde hace más de una semana cuando, como un extraño llegué a la clase y me encontré con veinte caras nuevas. La tuya, como te diste cuenta, fue la que más me agrado. Desde ese momento que te sentaste a mi lado, con tus gafas de niña pila, tan parecidas a las mías, me robaste la primera de las sonrisas. Qué me agradaste desde ese momento.

Y si bien el plan lo pensé yo fueron nuestros profesores quienes lo echaron a correr. Cuando en la segunda clase, que hablabamos de los nuevos lenguajes, los mensajes de texto, las nuevas formas de comunicación tú respondiste: yo, no profe, me abriste la puerta a una idea que empezo a obsesionarme. Desde ese día empezaste a ser lo más importante. Y desde ese día empezó a correr el plan.

Como un ajedrecista pasé horas diseñando paso por paso la forma de llegar a lo que el día de hoy ha pasado. En el tablero de mi pieza dibujé una y mil veces la forma de ganarme tus sonrisas. Y hasta hoy ese plan se ha cumplido al pie de la letra.

Cuando llegué de improviso aquella tarde, ocupado con la bolsa, no fue una casualidad. Había estudiado de la mejor manera cada uno de tus movimientos, desde la cafetería había pensado en todos los planes... Y ese funcionó a las mil maravillas, y tu cara me dijo que no había fallado.

Si el jueves te pedí el número celular no fue en vano, sabía que el receso de Semana Santa podía hacerme perder el impulso, y aposté lo que pude para evitarme la ansiedad que me generarán los próximos ocho días. Solo que ahora las condiciones son diferentes.

El mensaje de esta mañana había sido medido, palabra por palabra, letra por letra... la mejor forma de hacerte una invitación. Sabía la hora en que lo escribiría, dónde estaría, y en que estaría pensando. Fallé en algo, tu respuesta llegó inmediatamente. Yo le había dado toda la tarde. Y no fue un mensaje, fue una llamada, ahí, cuando aún no abandonaba la cancha. Ni me dejaste salir del complejo deportivo.

Pero toda esta cháchara no vale nada comparada con esas maripositas que sentí cuando te veía caminar hacía mí, exactamente a la hora señalada. Me he dado cuenta que eres, al igual que yo, obsesiva con la puntualidad. Punto a favor.

Y no te puedo negar que de algún tiempo para acá yo he tenido ciertos "affairs". Personas que aparecen por alguna parte y quieren mucho más que amistad. No te puedo negar que he salido con muchas personas, periodistas, no periodistas, gente con la que estudio, con la que trabajo, personas que he conocido cruzando una calle. Pero sólo hoy sentí esas cosquillitas, esa sonrisa de verte llegar, esas maripositas. Con ese abrazo me sentí reconciliado con la felicidad. Nadie había logrado que yo me sintiera como en esta tarde. Te lo agradezco mi linda, que bonito fue.

La película fue un desastre y las boletas no fueron gratis. Todo era parte de ese plan para robarte las miles de sonrisas que esta noche me he traído conmigo. Lástima tu otro compromiso, estoy seguro que hubiese sido inolvidable.

La conversación no pudo ser mejor y la película entró a interrumpirnos. Nunca le he hecho caso a mi primo Jhon Jairo, el buzo de la foto que te mostré, que me ha recomendado que la primera salida no sea cine, "porque si a uno lo gusta la vieja uno se encarreta es hablando".

La pelí se corto en buen momento y el café pasó a ser el plan B, Bueno, Buenísimo. El lugar inmejorable. Y te perdiste Gato Gris, con su show de tangos. Es increíble como un lugar puede generar tantas sensaciones.

Tu llamadas (y esas hermosas palabras) me pusieron en evidencia en el restaurante. Ya ibas lejos, a un avión de distancia, pero seguías ahí. Te escuchaba igual que los 20 minutos antes que había estado contigo. Mis amigos se han quedado con las ganas de conocerte y el César quiere que en dos semanas vayamos a una finca que queda por la laguna nomeacuerdoelnombre... Será el día del desquite, sobre todo ahora que sé, pasarán más de ocho días en volverte a ver. Salúdame a Cartagena, una ciudad que la llevo en mi corazón, no te olvides de ir donde Ginna para que pases por los libros que me va a enviar. A esa ciudad le debo miles de buenos recuerdos.

Espero que el viaje haya sido muy bueno, yo personalmente le he cogido pánico a los aviones, espero y tu no.

Un beso muy grande. Aquí termina mi plan. Qué pasará en adelante? No sé, pero lo quiero vivir, talvez nada, o tal vez, como espero, todo. No te he hablado de mi sexto sentido, las corazonadas. Sabía que ibas a llegar, sabía que alguna noche me sentaría a escribir algo como esto. Lo empecé a sentir cuando supe del cambio de grupo en el diplomado. Todavía no te conocía, pero cuando ví esos ojos andantes te reconocí, eras la premonición, la mujer que sabía que iba a llegar.

Incluso hace ocho días mientras disfrutaba de la compañía de otras personas, y aunque mi plan no había empezado a correr, sabía que eras tú. Esa noche sabía que eras tú. Estuve en una finca en La Calera, con esos rolos bien puestesitos que tienen hijas bastante cachondas... Y a pesar de que pude haberme dejado caer en los brazos de alguien preferí guardarme la sensación de un buen beso para vos. Sé que el día que se dé, no habra retorno. Para eso no tengo plan, pero el avión ya está decolando, es casi imposible detenerlo.

Ese día que te conocí al salir de clase prendí mi ipod y sonó una canción justo para tí. La confirmación del sexto sentido, La he escuchado mil veces desde esa vez. Aquí te la dejo, porque pareciera que yo la hubiese escrito para tí, mi niña de ojos andantes. Y ahora duerme, mañana tienes un día de playa y yo estoy muy latoso.

De antes

Regálame un segundo por favor, preciosa

Yo a tí te conozco de antes
he visto esos ojos andantes
Yo a tí te conozco de antes
tal vez de un tiempo en que mi memoria no alcanza
tal vez de un tiempo en no habitaba esta masa
tal vez de un tiempo en que mi lenguaje no hablaba
tal vez ni tiempo fue.

Yo a tí te conozco de antes y esto me provoca pensarte
te conozco de antes
cómo, cuándo y dónde fue
quiero saber, preciso entender
serás acaso una dama en mis sueños
una revelación que no entiendo.
Dime si lo sabes
igual no espero nada a cambio, preciosa,
solo intento entender porqué al verte me fallan los pies
la lengua me pesa al hablar
tiemblo y sudo sin parar.
Todos estos elementos al mezclarse en mí pueden estallar

(CORO)

No necesito mirarte para sentir
los destellos que nacen de tu ser
tus colores pintan mi canción
y mi guitarra se convierte en tí.
Y acaricio tu cabello intentando acordes al azar
y regalas notas tan dulces que me inspiran a cantar.

y no es excusa pa' cantarte.

viernes, abril 03, 2009

Y dijo el Quijote...

- Si yo, por malo de mis pecados, o por mi buena suerte, me encuentro por ahí con algún gigante, como de ordinario les acontece a los caballeros andantes, y le derribo de un encuentro, o le parto por mitad el cuerpo, o finalmente, le venzo y le rindo, ¿no será bien tener a quien enviarle presentado, y que entre y se hinque de rodillas ante mi dulce señora, y diga con voz humilde y rendida: "Yo, señora, soy el gigante Caraculiambro, señor de la ínsula Malindriana, a quien venció en singular batalla el jamás como se debe alabado caballero don Quijote de la Mancha, el cual me mandó que me presentase ante la vuestra merced, para que la vuestra grandeza disponga de mí a su talante"?

(...) y le pareció ser bien darle título de señora de sus pensamientos.