viernes, diciembre 01, 2006

En el papel de campeón


Felipe Torres
A Stiven Zapata la camiseta le queda grande. Él atraviesa las piernas en la silla para quedar más alto en la mesa de juego. El ajedrez es su pasión y a este deporte no le queda chiquita su figura.
César Montoya, su primer entrenador en el municipio de Itagüí, cuando lo conoció le dijo a la mamá, Shirley Arbelaez, que Stiven tenía capacidades para ser muy buen jugador y que algún día iba a ver la foto en los periódicos con el titular de campeón.
Y hoy sale en el Observagol, como homenaje, después de lograr el campeonato nacional sub-8 hace dos semanas. Pero su carrera no termina en estas hojas, ya que su sueño es el título de Gran Maestro, algo así como Obispo del ajedrez.
A sus siete años ya conoció cuatro ciudades del país: Cartagena, Barrancabermeja, Bucaramanga y Bogotá. Conoció el mar de cuenta de su capacidad de concentración y la apertura Española (formula estratégica de empezar el juego) que ha estudiado en profundidad y que según sus palabras le permite conseguir ventaja, ganar la dama o hasta dar mate. “En Cartagena no me fue bien porque me senté en una mesa que no era y el otro niño con el que tenía que jugar se sentó en la mesa de las niñas, entonces perdí el punto”, contó Stiven desde Bogotá, la ciudad que conoció el pasado fin de semana.

Apertura
Doña Shirley aprovecha que Stiven está jugando una partida y comienza con la historia: “Una vez en el preescolar les pidieron cartulina blanca y negra. Con tapas de gaseosa pintadas hicieron fichas pegándoles figuritas arriba y aprendió a jugar. Muchas veces nos vimos embalados porque insistía que jugáramos con él, pero nosotros no teníamos idea de ajedrez. Después ahorró para comprarse uno de esos que tienen imanes y un familiar de nosotros, que sí sabía jugar, empezó a enrutarlo en el juego. Pero después nos dijo que ya él no podía enseñarle más porque el niño estaba pidiendo cancha”.
Fue ahí cuando llegó a manos de César Montoya y posteriormente a las de Norberto Rico quien, según doña Shirley, le llamó la atención que un niño tan pequeño fuera tan persistente en su pasión por el juego ciencia.
Stiven recuerda las partidas en las que da mate pastor (forma de ganar el juego en menos de cinco jugadas), pero sabe que no a todos los niños les puede ganar de la misma forma, por lo cual entrena ocho horas semanales con el maestro Jorge Mario Clavijo para mejorar sus condiciones competitivas.
Si por el fuera, se levantaría y se pondría a jugar ajedrez y se acostaría después de empacar las fichas. Pero también debe sacar tiempo para la natación y para jugar fútbol, sus otros deportes. El estudio, como buen ajedrecista, complementa su actividad deportiva: es el mejor estudiante de su salón y por segunda vez al terminar el año lectivo obtuvo mención de honor en su Escuela María Jesús Mejía. El próximo año hará cuarto de primaria.

Rivales ocasionales
Luis Guillermo Blandón y Juan Manuel Posada son rivales ocasionales y amigos de tiempo completo de Stiven. En los torneos las partidas entre ellos son disputadas hasta la última jugada o el último segundo. Tres veces Stiven ha sido subcampeón departamental y una vez subcampeón general sub-14 en el torneo de la Feria de las Flores.
Eso sí, en Bucaramanga no dio tiro de perder el cetro. De siete partidas ganó seis y empató una frente a Kevin Dlaykan de Santander. Llegó a su casa defendiendo la corona y los amiguitos que fueron a felicitarlo terminaron frente al tablero jugando contra el nuevo soberano de ajedrez en Colombia categoría Sub-8. “No mami, yo no estoy cansado, el ajedrez no me cansa” dijo mientras continuaba capturando peones.

No hay comentarios.: