jueves, marzo 17, 2011

El incrédulo

* Reescritura para clase de Gramática I

Quiere hacerlo. Lo ha intentado miles de veces: ¡siempre en vano! Ha recurrido a pastores, lecturas, guías espirituales; sacramentos, ceremonias. Exorcismos. Ha recordado cuando estudiaba en el colegio católico. ¡Nada!

Su mente, capaz de diseñar mundos perfectos, de soñar paraísos, es imposible de toda fe.

Persiguió el Nirvana, recitó completo la Torá, vestido de blanco compartió el banquete Eid al-Fitr al final del Ramadán y comulgó el Jueves Santo de manos del obispo. En los solsticios ha danzado en la pirámide del sol y se ha bañado siete veces en el río Ganges. Durante un mes, guardó los cuatro Esbats celtas. Fue chamán y confuciano.

Todo esfuerzo es inútil. Por eso, cada tarde se sienta en su trono a crear sus propios mundos.

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