jueves, octubre 23, 2008

...

¿Porqué te extraño tanto si ya no estás? ¿Porqué sigo pensándote todo el tiempo si ya de nada sirve? Bogotá se convirtió en una caja de recuerdos.

Hoy por ejemplo tuve que ir al aeropuerto y me sobresalté y sentí escalorío al pararme en el mismo sitio donde me encontré con Diana la última vez que vino a Bogotá. De nuevo la película, ese día la larga espera, las ganas que tenía de estar con ella, ese abrazo que tan feliz me hizo sentir en ese momento y que ahora me llena de dolor. Esperar, esperar.

El cerebro cambió al chip Natalia cuando apareció un personaje muy recordado; el hombre que me dio de comer durante dos años y que estaba enamorado de Natalia cuando ella era mi novia. Si, Riad Afid Chamas, el otrora jefe. Y lo debí sospechar porque minutos antes había visto al esposo de doña Odeth. Detrás del balón va el niño.

Se le ve frondoso al libanés este, ojalá sus negocios funcionen a las mil maravillas... es cuestión de causalidad. Él si la puede ver cada vez que se le viene en gana.

Después hice un recorrido turístico-terrorista en todos los lugares donde hoy fueron accionados petardos. Y ahí si fue recordar, estuve en El Palatino, claro me acorde de Diana; cerca del Bogotá plaza, y de nuevo Diana; el colombo, cerca de la Revista. Ah tiempos aquellos.

Pero bueno, mañana será viernes, un día que me tiene dos sorpresas guardadas y un cambio de rutina. Que difícil es vivir con esta ausencia.

No hay comentarios.: