lunes, octubre 27, 2008

¿En qué momento?

¿En que momento dejé de vivir? ¿En qué momento permití que la vida me valiera un huevo? No sé dónde ha quedado el Felipe de otro tiempo, el que sonreía, el que vivía... Ahora veo que era un simple espejismo, el Felipe de ese tiempo era un mentiroso que se creía el dueño del mundo y ahora es un pobre saco de huesos.

Y recuerdo una lejana novela de un asesino que explicaba la diferencia entre matar hombres y matar un saco de huesos. Ahora creo que no valgo ni un plomazo que acabe con todo este sufrimiento, con esta ausencia siempre presente, con este eterno suspirar porque quien ya se fue. La vida se agotó con su partida y por más que he tratado de reconstruirla no he sido capaz. Ha pasado más de un mes y yo sigo en el mismo punto, parado en la misma vereda queriendo creer que soy capaz de estar sin ella.

Y han sido en vano todos mis intentos por olvidarla, la sigo amando como la primera vez, sigo aferrado a su recuerdo, a una esperanza ciega que me dice que volverá, aunque sé que ya no es posible.

¿En qué te has convertido Felipe? En un fantasma de vos mismo, ahora sé que eres el héroe que siempre supe, pero tienes los pies de barro, ahora sos un héroe derribado y sin fuerza para volverse a levantar. Ahora sos un héroe vencido, acabado, mutilado, muerto...

¿Porqué has caído hasta aquí? ¿Porqué ahora estás más cerca de la fatalidad que de la gloria? Si vos lo tuviste todo, si el mundo se arrodilló ante vos para que hicieras lo que quisieras. Y ahora estás postrado, casi muerto... Y ahora la vida vale tan poco que te la juegas en una moto a la máxima velocidad, o en una bicicleta por calle-tierras no santas. Hasta dónde más vas a caer, qué tanto más falta para el fin. Ahora que no encuentras una razón para vivir cuál será la razón para morir. A dónde has dejado esos arrestos de otros tiempos, la reprensión a acto tan vil... Ahora necesitas de nuevo la encuesta de la otra vez... Porqué ahora si hay razones para lo que antes no eras capaz... Dónde estabas cuando pasó lo que pasó, porque la has dejado ir...

Porque no la olvidas entonces? Porque quieres seguir aquí cuando nos habíamos prometido que nunca viviríamos el día que no nos mereciéramos? Ni para eso tenes el valor suficiente.

Y me das asco, y me das lástima Felipe... no vales ni ese plomazo. Para qué, decime el para qué, dame una razón... sólo una... Ya no te mereces nada, ya no vales la pena, pobre saco de huesos.

No hay comentarios.: