miércoles, octubre 01, 2008

Qué pare ya

Ya no quiero pensar más en ella. No más y no más. Por favor, no volvás a aparecer por mi cabeza, vos te quisiste ir de mi vida entonces por favor vete del todo.

Necesito encontrar la calma, la tranquilidad y me duele mucho todo lo que está pasando. Necesito que no vuelvas a aparecer, nunca más en vida. Luego del daño que has hecho. Yo cometí muchos errores pero creo que me los estás cobrando todos. Y a parte de eso me mentiste. Eso no se perdona.

Y sólo me puedo arrepentir de las situaciones que pasaron por internet... sólo eso, ahí me equivoqué y lo reconozco, pero nunca dejé que eso afectara mi relación contigo. Porqué si te ame tanto no te dio nada irte... Ojalá que seas muy feliz, que la pases muy bien.

Y como a mis jefes se les ocurre que yo debo descansar me han dado un día jueves para que me ausente del trabajo. Y qué madres hago un jueves en mi casa solo, desprogramado y nada más que pensando en tí.

Pero paremos ya con el tema Diana Cornejo. Hoy fue el lanzamiento del periódico. Fue difícil y hubo una serie de sentimientos encontrados. Discúlpadme que no publique las fotos pero no me encuentro con la autoestima suficiente para hacerlo.

Fuimos a la localidad de Kennedy y allí se tenían programadas unas actividades. Me puse un chaleco de voceador de prensa, cogí algunos ejemplares y me metí a Corabastos. Quería conocer las dinámicas de un sitio como ese, quería ver la gente, husmear en sus vidas mientras hacen algo por sobrevivir.

Y no lo hice por arribista ni por sentirme superior. Me gustó la experiencia de ver cómo la gente no se deja amilanar, cómo combaten cada día y llevan un estricto control sobre sus vidas. Vi sus sacrificios y sus ganas de salir adelante, sus sonrisas muecas, sus felices harapos que cargan con toda la dignidad. No tienen una vida de lujos, pero se dan el lujo de sonreir, de ser felices, de agradecer cada momento que tienen sobre esta tierra.

Y peligro, corazón en problemas. En varias cafeterías me ofrecieron tinto y toda la mañana me pase degustando diferentes tipos de cafés. Desde el tinto para cotero, negro azabache, el tinto en termo, a 200 pesos y con mucho dulce, hasta el versión Juan Valdéz en Corabastos. Una experiencia para recordar.

Algunos compañeros periodistas se sintieron sobraditos conmigo al conocer el periódico. No saben ellos lo feliz que a mi me hace tener la oportunidad de ser parte de ese proyecto, de ese difícil experimento. El tiempo lo dirá todo... Todo

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