jueves, octubre 16, 2008

Carta a Lina Rúa

Hola Lina:

Te cuento que hoy es el primer día que estando en este periódico me he sentido estresado. Pero igual me gusta porque ya se me había olvidado el afán del periodista, con miles de cosas por hacer al mismo tiempo... con el reloj en contra. Nunca te vayas a meter con un periodista, no sabes lo jartos que son. Nunca tienen tiempo para sus parejas.

Te cuento que en mi vida las cosas que no tengan nada que ver con lo afectivo, esas vainas que llaman amor, funcionan muy bien. En cuanto a lo afectivo, no pasa nada.

No hay nada interesante ni nadie que valga la pena. Aunque no te puedo negar que, al parecer, por lo menos tengo buena imagen en el gremio porque no ha faltado quien me invite a salir, quien muestre interés o quien pregunte por mí.

Aunque eso sólo sirve de vanidad porque cuando uno no anda en cuento romance no hay nada ni nadie que lo haga cambiar de opinión. Por ahora disfruto de mi y de mi soledad caminando y corriendo por esta ciudad.

De vos me alegra mucho lo que estás viviendo. Estás en la época de la fertilidad, recordad -hay días en que somos tan fértiles, tan fértiles... el alma está brotando florestas de ilusión-. Y yo sé que Barba-Jacob no es un evangelista, pero en su poesía maldita se encuentran los ciclos de la vida.

Así que no temas a cada reto, a cada paso, a cada locura. Sobre todo tú que tienes todas las capacidades de llegar hasta donde tu voluntad lo desee. En las tablas nos vemos.

Felipe.

No hay comentarios.: